BEATO TITO BRANDSMA
Carmelita Descalzo
Beato Tito Brandsma
Beato Tito Brandsma
Su vida:
En Bolsward, pueblecito holandés de 10.000 habitantes. del matrimonio Tito y Postma, el 23.2.1881, venía al mundo el quinto de los seis hijos con que el Señor bendijo a aquellos cristianos padres.
Desde niño dio pruebas de una preclara inteligencia y de un corazón de oro aunque encerrados en un cuerpo bastante debilucho.
A los 17 años vistió el hábito del Carmelo exclamando: "La espiritualidad del Carmelo, que es vida de oración y de tierna devoción a María, me llevaron a la feliz decisión de abrazar esta vida. El espíritu del Carmelo me ha fascinado".
Emitió sus votos religiosos el 3.10.1899 y se ordenó sacerdote el 17.6.1905.
Cursó sus estudios con brillantez primero en su Patria y después pasó a Roma, donde se Doctoró en filosofía.
Vuelto a Holanda, se entregó de lleno a toda clase de apostolado: escribe libros y artículos en varias revistas: da clases dentro y fuera del convento; predica y dirige cursillos; organiza congresos; confiesa y administra otros sacramentos...
Todos se admiran cómo puede llegar a todas partes.
Y lo que más admiran es que ante todo es religioso observante, alma de profunda oración, fervoroso sacerdote y profundamente sencillo y humilde.
Fue cofundador de la Universidad Católica de Nimega, catedrático y Rector Magnifico de la misma.
Asesor religioso de todos los periodistas de Holanda, en cuyo campo trabajó con gran celo y acierto.
Era el personaje más conocido de Holanda.
En el huerto de su alma florecieron todas las virtudes.
Es un enamorado de Jesucristo, de la Virgen María y de su Orden del Carmen.
La tarde del lunes 19 de enero de 1942 era capturado por los SS nazis y encarcelado en diversos campos de concentración. Seis largos meses de calvario sobre todo en el "infierno" de Dachau, donde conoció y conversó muchas veces con el Siervo de Dios Padre José Kentenich, que también estaba prisionero en el mismo Campo de Concentración
Por fin, por su gran amor a la Iglesia y a sus hermanos, el domingo día 26 de julio de 1942, su cuerpo caía en tierra como el grano del Evangelio por obra de una inyección de ácido fénico.
Todos en el campo repetían: "Ha muerto un santo".
Fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de noviembre de 1985.
Su espiritualidad
Las notas fundamentales de su espiritualidad las resumía el Decreto que la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos daba el 9.11.1984, cuando decía:
"De pequeña y grácil estatura y de salud siempre delicada, supo combinar una intensa vida interior y una gran solicitud por todas las formas modernas de apostolado: misiones, unión de las Iglesias, escuelas y educación católicas, medios de comunicación social...
De carácter apacible pero firme, destacaba por su fe viva, por su inmensa confianza en Dios y por su exquisita caridad, especialmente para con los pobres, por lo que muchos, ya antes de su martirio, le tenían por santo...
Pasó sus últimos meses en cárceles y campos de concentración dando a todos ejemplo de una fe inquebrantable, de fortaleza de ánimo, de paciencia y de exquisita caridad. Perdonó a sus enemigos y rezaba por ellos..."
Su ardiente amor a Jesucristo y a la Virgen María, su celo por las almas, su observancia regular, su amor a la Iglesia y a los perseguidos, su sencillez y buen humor... fueron los cimientos sobre los que día a día edificaba su santidad, que fue coronada con el martirio.
En Bolsward, pueblecito holandés de 10.000 habitantes. del matrimonio Tito y Postma, el 23.2.1881, venía al mundo el quinto de los seis hijos con que el Señor bendijo a aquellos cristianos padres.
Desde niño dio pruebas de una preclara inteligencia y de un corazón de oro aunque encerrados en un cuerpo bastante debilucho.
A los 17 años vistió el hábito del Carmelo exclamando: "La espiritualidad del Carmelo, que es vida de oración y de tierna devoción a María, me llevaron a la feliz decisión de abrazar esta vida. El espíritu del Carmelo me ha fascinado".
Emitió sus votos religiosos el 3.10.1899 y se ordenó sacerdote el 17.6.1905.
Cursó sus estudios con brillantez primero en su Patria y después pasó a Roma, donde se Doctoró en filosofía.
Vuelto a Holanda, se entregó de lleno a toda clase de apostolado: escribe libros y artículos en varias revistas: da clases dentro y fuera del convento; predica y dirige cursillos; organiza congresos; confiesa y administra otros sacramentos...
Todos se admiran cómo puede llegar a todas partes.
Y lo que más admiran es que ante todo es religioso observante, alma de profunda oración, fervoroso sacerdote y profundamente sencillo y humilde.
Fue cofundador de la Universidad Católica de Nimega, catedrático y Rector Magnifico de la misma.
Asesor religioso de todos los periodistas de Holanda, en cuyo campo trabajó con gran celo y acierto.
Era el personaje más conocido de Holanda.
En el huerto de su alma florecieron todas las virtudes.
Es un enamorado de Jesucristo, de la Virgen María y de su Orden del Carmen.
La tarde del lunes 19 de enero de 1942 era capturado por los SS nazis y encarcelado en diversos campos de concentración. Seis largos meses de calvario sobre todo en el "infierno" de Dachau, donde conoció y conversó muchas veces con el Siervo de Dios Padre José Kentenich, que también estaba prisionero en el mismo Campo de Concentración
Por fin, por su gran amor a la Iglesia y a sus hermanos, el domingo día 26 de julio de 1942, su cuerpo caía en tierra como el grano del Evangelio por obra de una inyección de ácido fénico.
Todos en el campo repetían: "Ha muerto un santo".
Fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de noviembre de 1985.
Su espiritualidad
Las notas fundamentales de su espiritualidad las resumía el Decreto que la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos daba el 9.11.1984, cuando decía:
"De pequeña y grácil estatura y de salud siempre delicada, supo combinar una intensa vida interior y una gran solicitud por todas las formas modernas de apostolado: misiones, unión de las Iglesias, escuelas y educación católicas, medios de comunicación social...
De carácter apacible pero firme, destacaba por su fe viva, por su inmensa confianza en Dios y por su exquisita caridad, especialmente para con los pobres, por lo que muchos, ya antes de su martirio, le tenían por santo...
Pasó sus últimos meses en cárceles y campos de concentración dando a todos ejemplo de una fe inquebrantable, de fortaleza de ánimo, de paciencia y de exquisita caridad. Perdonó a sus enemigos y rezaba por ellos..."
Su ardiente amor a Jesucristo y a la Virgen María, su celo por las almas, su observancia regular, su amor a la Iglesia y a los perseguidos, su sencillez y buen humor... fueron los cimientos sobre los que día a día edificaba su santidad, que fue coronada con el martirio.
Su mensaje:
· que Jesús, María y el Carmelo "fascinen nuestras vidas".
· que colaboremos en toda clase de apostolados posibles.
· que prediquemos la verdad aunque nos cueste la vida.
· que perseveremos en la fe hasta el generoso martirio.
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