Buenos Aires, 20 Abr 2013 (AICA): En un acto multitudinario realizado en la Plaza de Mayo, frente a la catedral metropolitana, monseñor Mario Aurelio Poli asumió hoy como arzobispo de Buenos Aires y sucesor del cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco, en una misa concelebrada por más de 60 obispos y unos doscientos sacerdotes en el altar levantado en las escalinatas del templo mayor de Buenos Aires.
La celebración comenzó en el interior de la iglesia catedral, donde el prelado fue recibido por los obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas. El administrador arquidiocesano, monseñor Joaquín Sucunza, le presentó el crucifijo, para que el primer acto en el Templo sea una expresión de fe en Jesús, que el nuevo arzobispo materializó besando la cruz. Seguidamente, se le entregó la llave de la catedral, y acompañado por los obispos auxiliares y el rector de la catedral, llegó hasta el presbiterio, en donde lo esperaban los miembros del episcopado argentino. De inmediato, tras una visita al Santísimo, el nuncio apostólico Mons. Emil Paul Tscherrig, hizo una breve plegaria por el nuevo arzobispo, quien luego saludó a la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora del Buen Aire con el canto de la Salve Regina. Luego besó la reliquia de San Martín de Tours, patrono de la Arquidiócesis y de la ciudad de Buenos Aires. Revestido ya con los ornamentos sagrados, se dirigió en procesión hasta el frente de la catedral donde comenzó la celebración eucarística. La misa fue iniciada por el nuncio apostólico, quien comenzó con unas palabras de bienvenida y saludó al primado como representante del Papa, quien, aseguró "nos acompaña desde Roma". Luego entregó al canciller del arzobispado, monseñor Fernando Rissotto, para su lectura, el documento por el que autoriza la toma de posesión de monseñor Poli.(Texto completo de las palabras del Nuncio Apostólico) El momento culminante fue cuando monseñor Poli se sentó, –en medio del repique de campanas, en la "cátedra arzobispal", que por única vez se trasladó desde el interior del templo mayor hasta el altar levantado frente a la Plaza de mayo. En tanto, el vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, transmitió el saludo de cercanía de obispos, sacerdotes, laicos y "con especial énfasis" de los enfermos, los que sufren y los que están detenidos en las cárceles, quienes ofrecieron sus oraciones y sufrimientos por el ministerio del nuevo arzobispo. (Palabras de Mons. Sucunza) Luego expresaron su comunión filial al nuevo arzobispo los sacerdotes Emilio Riamonde y Mariano Rodríguez, los religiosos Emilio Andrada y Eduardo Rozas, las monjas Leonor y Cecilia, la consagrada Karina Ledesma, los laicos Javier Castello, Ramona Mantilla y César Mele, los jóvenes Tomás Persino y Rocío Santa Cruz, y los niños Tomás Koch y Julieta Calebibich. El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou asistió en representación de la presidenta Cristina Fernández, quien está en Venezuela, y estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro del Interior, Florencio Randazzo, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el director general de culto católico, Luis Saguier Fonrouge y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, entre otros. También asistieron el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, la vicejefa de gobierno María Eugenia Vidal, el secretario general Marcos Peña, y otros funcionarios y diputados de la Ciudad.+ |
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Mons. Poli: "Pastores y pueblo fiel hagamos juntos el camino de la evangelización"
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Buenos Aires, 20 Abr 2013 (AICA): Al asumir hoy como arzobispo de Buenos Aires en el marco de una celebración eucarística en el altar levantado frente a la catedral metropolitana, monseñor Mario Aurelio Poli, aseguró que "cuando entramos por la puerta de la fe, nadie ni nada puede arrebatarnos de las manos de Cristo y de las manos del Padre".
El prelado pidió a los sacerdotes llevar "con alegría este bendito oficio de servir con amor pastoral" e invitó a "renovar el entusiasmo por darlo a conocer a nuestro pueblo, para que conociéndolo puedan amarlo y servirlo". "El estilo cercano del Buen Pastor nos señala el camino y el modo de ser pastores", subrayó en la homilía. "Dios, el Supremo Pastor de las ovejas ha prometido darnos pastores según su corazón. Esa promesa se realiza plenamente en Jesús el Buen Pastor. En su divina pasión se ha manifestado el amor misericordioso que brota de su corazón traspasado", agregó. Monseñor Poli explicó que "la caridad pastoral es aquella virtud cordial con la que nosotros pastores imitamos a Cristo en su entrega de sí mismo y en su servicio a los hombres. La caridad pastoral determina nuestro modo de ser pastores hoy, de pensar y de actuar, nuestra presencia de estar y caminar con la gente, y hasta nuestra oración e intercesión, para que nuestro gozo sea hablar a Dios de los hombres y a los hombres de Dios". "Esa cercanía que nos pone en la insustituible relación persona a persona, nos permite anunciar que 'Cristo murió por todos, y que la vocación suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina'", sostuvo. El arzobispo aseguró que "al celebrar la figura del Buen Pastor en el comienzo de este nuevo servicio pastoral que me pide la Iglesia, recibo un gran consuelo y no puedo dejar de ver un signo de la Providencia que nos guía hacia un rumbo luminoso y esperanzador, para que, pastores y pueblo fiel hagamos juntos el camino de la evangelización". "Con la elección del Papa Francisco, se nos ha contagiado la alegría de tener un argentino –tan cercano y querido-, en la Cátedra del Apóstol Pedro, y vimos cómo muchos compatriotas han renovado el gozo de pertenecer a la Iglesia. Al mismo tiempo, el Señor nos interpela a profundizar nuestro compromiso de discípulos y misioneros, para ofrecer la riqueza del Evangelio a los que viven, trabajan y pasan por nuestra Ciudad, de tal manera que conozcan a Dios Padre y sus dones de justicia, amor y paz", agregó. Por último, monseñor Poli pidió que "no me falte en este servicio el amor a los pobres, sufrientes y excluidos, que inspiró a nuestro patrono, el obispo San Martín de Tours, quien supo remover de su corazón toda indiferencia; y de Santa Rosa de Lima quien me acompañó en estos años. Invoco la presencia y protección amorosa de la Madre del Pastor de los pastores, y le ruego que camine con nosotros; que Ella sea en el firmamento de la Ciudad de Buenos Aires 'estrella de la Evangelización siempre renovada'".+] Texto completo de la homilía |
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El Papa, en la asunción de Poli: "El pueblo porteño es lo que más extraño desde esta nueva diócesis"
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Buenos Aires, 20 Abr 2013 (AICA): El papa Francisco se hizo presente en la solemne misa de inicio del ministerio episcopal de monseñor Mario Poli por medio de una carta enviada a la curia local, y que fue leída por el administrador arquidiocesano, monseñor Joaquín Sucunza.
En la misiva, el Santo Padre se dirigió con palabras de afecto al nuevo arzobispo y le reveló que lo que más extraña en Roma es el cariño de la gente de Buenos Aires. "El pueblo fiel de Dios porteño (obispos, presbíteros, consagrados, consagradas, laicos) es querible… no te costará trabajo llevarlo en tu corazón. Este pueblo fiel es lo que más extraño desde esta nueva diócesis", expresó Francisco. De esta manera, el Papa se hizo presente en la celebración, desarrollada en Plaza de Mayo y a la cual asistieron la mayoría de los obispos argentinos, autoridades civiles y eclesiásticas (tanto católicas como ortodoxas y protestantes) y miles de fieles de todos los rincones de la ciudad. "Por medio de estas líneas quiero hacerme cercano a vos y a la Iglesia de Buenos Aires. El próximo sábado 20 estaré espiritualmente entre ustedes", se lee al comienzo de la carta. "Te acompaño con la oración y el afecto de padre y de hermano. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Y te pido que reces y hagas rezar por mí. Un abrazo. Paternal y fraternalmente, Francisco", concluye el mensaje. Texto completo de la carta del Santo Padre al nuevo arzobispo de Buenos Aires Querido Mario: Por medio de estas líneas quiero hacerme cercano a vos y a la Iglesia de Buenos Aires. El próximo sábado 20 estaré espiritualmente entre ustedes. Te deseo un ministerio paternal y fecundo, y así lo pido al Señor. El pueblo fiel de Dios porteño (obispos, presbíteros, consagrados, consagradas, laicos) es querible… no te costará trabajo llevarlo en tu corazón. Este pueblo fiel es lo que más extraño desde esta nueva diócesis. Te acompaño con la oración y el afecto de padre y de hermano. Que Jesús te bendiga y la virgen santa te cuide. Y, como, te pido que reces y hagas rezar por mí. Un abrazo. Paternal y fraternalmente, Francisco.+ |
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"Reconozco la mano de Dios, que empieza a acariciarme"
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Buenos Aires, 20 Abr 2013 (AICA): El nuevo arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Aurelio Poli, agradeció a los miles de fieles que se hicieron presentes en la Plaza de Mayo con motivo del inicio de su ministerio episcopal al frente de la arquidiócesis primada de la Argentina y los llamó a emprender juntos el camino de evangelización de la ciudad.
El prelado tomó la palabra antes de impartir la bendición final, y en un tono lleno de comicidad, avisó: "Quiero decir unas palabras, pero no se asusten, que voy a hablar poco". Monseñor Poli agradeció, en primer lugar, "Dios Padre Providente, a su Hijo Redentor y a su Don de Amor, el Espíritu Santo, Vida y aliento", y "a la Iglesia que nace del corazón traspasado de Cristo y que hoy se le ha confiado a su Vicario, el Papa Francisco". El nuevo arzobispo, que es doctor en Teología y profesor de Historia Eclesiástica y Patrología, contó una anécdota del primer obispo de Buenos Aires, el carmelita descalzo fray Pedro Carranza, quien debió viajar en carreta y a pie hacia Santiago del Estero, sede episcopal de la entonces diócesis de Córdoba del Tucumán, para ser ordenado obispo y comenzar su tarea ministerial. Con esta reseña, monseñor Poli quiso poner en claro que es consciente de la misión que emprende en Buenos Aires, sede primada de la Argentina. "Sé algo de Historia de la Iglesia y tengo conciencia de las raíces que tiene esta Iglesia de Buenos Aires –añadió-. (Por aquí) pasaron venerables obispos y arzobispos… Por todo esto, ¡se imaginan el susto que me dio, y que todavía no me pasa, al enterarme que el Papa me eligió para sucederlo en la sede de Buenos Aires!". Sus palabras generaron risas y aplausos entre la multitud que lo escuchaba. "Al susto le siguió un enorme sentimiento de indignidad y pequeñez, que tampoco me pasa… Aunque vienen constantes consuelos de la fe y una fortaleza que me tiene de pie y que no es de mi natural. Reconozco en esto la mano de Dios, que empieza a acariciarme", agregó monseñor Poli. También atribuyó esa "fortaleza" a la oración de los obispos, los sacerdotes, los religiosos y los laicos. Entre los agradecimientos, monseñor Poli destacó a las comunidades de la arquidiócesis, a las instituciones y los movimientos, así como a los consagrados y laicos, a quienes les manifestó "el deseo de continuar juntos el camino de la evangelización en la ciudad". El arzobispo también tuvo palabras de gratitud a los sacerdotes de la arquidiócesis y a su "amado seminario", donde fue director del Instituto Vocacional; a la "buena gente de La Pampa", de la cual destacó las enseñanzas que le brindaron "tanto en cosas de la vida y de la fe; también, agradeció la presencia de las autoridades públicas. También agradeció a los miembros de la Iglesia Ortodoxa Oriental y a las comunidades de las iglesias evangélicas, protestantes y anglicanas. Particularmente, agradeció la presencia de la Acción Católica de Buenos Aires, que desde temprano colaboró con la logística de la celebración, y de manera especial, a los grupos Scout: "Como ustedes saben, tengo un cariño muy especial por los Scout, así que ¡Siempre listos a todos!". Luego de la Eucaristía, monseñor Poli saludó a los obispos, a las autoridades y a los fieles. Uno de ellos le regaló un pañuelo Scout, que complacido se colocó al cuello. Palabras de agradecimiento del nuevo arzobispo de Buenos Aires A Dios Padre Providente, a su Hijo Redentor y a su Don de Amor, el Espíritu Santo, Vida y aliento. A la Iglesia que nace del corazón traspasado de Cristo y que hoy se le ha confiado a su Vicario, el Papa Francisco. Sé algo de Historia de la Iglesia y tengo conciencia de las raíces que tiene esta Iglesia de Buenos Aires… pasaron venerables obispos y arzobispos en esta sede y a todos me encomiendo… Por todo esto… Se imaginan el susto que me dio, y que todavía no me pasa, al enterarme de que el Papa me eligió para sucederlo en la sede de Buenos Aires. Al susto le siguió un enorme sentimiento de indignidad y pequeñez, que tampoco me pasa… Aunque vienen constantes consuelos de la fe y una fortaleza que me tiene de pie y que no es de mi natural. Reconozco en esto la mano de Dios, que empieza a acariciarme. También lo atribuyo a los sentimientos de afecto y el compromiso de acompañarme en la oración de mucha gente, comenzando por mis hermanos obispos, los que esta semana me hicieron sentir la fraternidad episcopal. A mis hermanos sacerdote de la arquidiócesis, de mi amado seminario; gracias por la acogida y manifiesta alegría de nuestro reencuentro. La alegría de mi familia que siempre me acompaña… Mis primos y familiares de Tres Arroyos… La buena gente de La Pampa –sacerdotes, consagrados y laicos, y mucha gente humilde. Que me enseñaron tanto en las cosas de la vida y de la fe, en estos casi cinco años, plenos y felices que me permitieron compartir. Gracias por venir de tan lejos y por el gran amor y compromiso que tienen por la Iglesia misionera. Los acompañaré con mi oración". Agradezco y valoro la presencia y oración de las autoridades públicas que están presentes y a quienes representan. Gracias al Señor Vicepresidente de la República y ministros que lo acompañan; al Presidente de la Cámara de Diputados y representantes del Poder Legislativo, como así también a los representantes del Poder Judicial; al Señor Jefe de Gobierno y la Vicejefa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y demás autoridades que los acompañan. Y quiero agradecer especialmente al Señor Gobernador y la Vicegobernadora de La Pampa, que han querido acompañarme en este inicio pastoral. Finalmente, miro y reconozco la presencia de las comunidades de la arquidiócesis, las instituciones y los movimientos, los consagrados y laicos. A todos les manifiesto el deseo de continuar juntos el camino de la evangelización en la ciudad. A los niños y a los jóvenes, y entre tantos saltan a la vista la presencia de mis hermanitos Scout. A todos ellos, ¡siempre listo!. A los que vienen de lejos, feliz estadía en Buenos Aires y buen viaje de regreso. A todos, mi bendición de corazón. Y gracias, muchas gracias.+ |
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Mons. Sucunza promete "filial cercanía" de los obispos y sacerdotes al nuevo arzobispo
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Buenos Aires, 20 Abr 2013 (AICA): El vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Joaquín Mariano Sucunza, dirigió unas palabras a monseñor Mario Poli en la solemne misa de inicio de su ministerio episcopal al frente de la Iglesia en Buenos Aires, en las que prometió "filial cercanía de comunión" de los obispos auxiliares y los sacerdotes de la arquidiócesis.
"Querido hermano obispo Mario: toda la Iglesia en Buenos Aires en este día recibe con inmensa alegría como a su Padre y Pastor, que en nombre de Dios nos traes la presencia amorosa de Jesús para ayudarnos a caminar en este tramo de la historia", comenzó diciendo quien hasta el momento se encontraba como administrador diocesano de Buenos Aires. Monseñor Sucunza aseguró, en su nombre y en el de los demás obispos auxiliares, que colaborará "sin descanso" para llevar adelante "la obra que Dios, por medio de la Iglesia", le encomienda. El vicario sumó al gesto de comunión eclesial a los religiosos, religiosas y laicos, a la vez que recordó a aquellos "que sufren de distintas formas" y que no pudieron estar presentes en la tarde del sábado para acompañar el inicio del ministerio del arzobispo. "Querido obispo Mario, nuestro arzobispo: que el Señor te conceda por muchos años acompañar como Padre y Pastor a la Iglesia en Buenos Aires", concluyó monseñor Sucunza. Hacia el final de la celebración, el rector de la catedral, presbítero Alejandro Russo, leyó un decreto del arzobispo en el que confirma todos los cargos de la curia eclesiástica porteña. Texto completo del mensaje de monseñor Joaquín Sucunza "Querido hermano obispo Mario: toda la Iglesia en Buenos Aires en este día recibe con inmensa alegría como a su Padre y Pastor, que en nombre de Dios nos traes la presencia amorosa de Jesús para ayudarnos a caminar en este tramo de la historia. Junto con los obispos auxiliares, te expreso nuestro fraterno gozo y te aseguramos colaborar sin descanso para llevar adelante la obra que Dios, por medio de la Iglesia, te encomienda. Con todos los sacerdotes del clero secular y regular, que en las distintas comunidades cristianas hacen presente y operante como colaboradores necesarios del orden episcopal el rostro de Jesús Buen Pastor, te prometemos, como lo hicimos en el día de la ordenación presbiterial, filial cercanía de comunión. Los religiosos y religiosas te expresan la disponibilidad de sus carismas y obras al servicio de la Iglesia en colaboración con tu ministerio apostólico, para enriquecerlo así con el don que el Espíritu hace a la Iglesia. Los laicos, esa multitud de fieles hombres y mujeres, jóvenes, adultos y niños, también te dicen hoy, al comienzo de tu ministerio entre nosotros, que quieren construir tu Reino en Buenos Aires siendo fieles a su vocación y llevando el nombre de Jesús al orden temporal. También con especial énfasis te traigo el saludo de los enfermos, de los que sufren de distintas formas, de los que están detenidos en las cárceles, muchos de ellos hoy presentes sólo con su amor y en oración, ofreciendo por vos y por tu ministerio sus sufrimientos y oraciones. Querido obispo Mario, nuestro arzobispo: que el Señor te conceda por muchos años acompañar como Padre y Pastor a la Iglesia en Buenos Aires.+ |
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